Un añito en el infierno

Thursday, August 31, 2006

Frases con fondo

Llevaba ya una larga fila de días sin inspiración, sin prisas, sin detalles truculentos que añadir a la receta del blog. Me horroriza pensar que la aventura bloggera va a morir por inanición, y posteriormente comenzar a corromperse y apestar, así que hoy voy a incluir un catálogo de frases de esas que a uno le hacen rascarse la parte trasera (del cogote) y buscarles significado, o simplemente provocan una severa risotada, o un arranque de ira.

Contexto: chica y chico caminan hacia casa bajo la lluvia en el final de una noche de juerga con alcohol y estupefacientes. Ella dice:

“Me quiero meter un cacho de fuet e irme a dormir” (Yo no esperaba eso de ti querida Movie, pero si así lo deseas, mi fuet está bien curado y sabroso)

Contexto: película con historia de amor desamor, hombre despechado y/o pragmático a saco.

“Why buy the cow when you can get the milk for free?” ; y en la misma película, la conclusion posterior : “Milk is not actually for free, one way or another you´ll have to pay for it”

Descripción que La Reina del Sur hace del autor de este Blog:

“Un poco crápula pero buen chico”

“Yo se que tu a mi hija le has hecho tilin, pero como se te ocurra hacerle tolón, te corto el badajo y fastidiamos la campana” (Conversación entre futuro-suegro y futuro-yerno digna de Meet the Parents)

“Los divorcios, los divorcios no son como los matrimonios que se acaban en cualquier momento; los divorcios son para siempre” (Hombre en proceso de separación de una mujer a la que ama)

“You think you are who you are or you can change it and control who you are?” (Personaje fucked up en teleserie dramática)

“Chavala, curratelo un año y sácate el COU” (Conversación informal, comentario sobre las actrices eternas adolescentes tipo Raquel Meroño)

“What you see is what you get”

“You have to appreciate what you have while you still have it”

“You know what the best part of a blow job is? Ten minutes of silence” (conversación netamente masculina y grosera)

“Weathering the weather” (Expresión que describe a la perfección la vida en este país)

“If there is no music at the revolution I´m not coming”

Ahora supongo que debería poner un disclaimer como en los informes, en plan “me lavo las manos” pero no voy a hacerlo

Thursday, August 17, 2006

Agosto del 97

Podría empezar así: “como en todos los meses de agosto, al llegar la fiesta mayor, nos pondremos la muda bien limpia, y del brazo saldremos los dos...”. En medio de la “canicule” existencial que supone estar encerrado en la oficina este mes que se supone inhábil, me vienen a la quijotera recuerdos festivos de esos años locos entre Cervera y Calatayud (bueno, y Malanquilla, y Clarés, y Aniñon, y Torralba, y hasta donde nos llevara el coche).

Bryan Adams cantaba el Summer of 69, nosotros cantábamos a Serrat, a Nino Bravo, a Ixo Rai, y algunas de la cuadrilla también a Alejandro Sanz o a Masiel. Aquellos veranos en los que las noches se encadenaban sin dejar espacio al caluroso día. Levantarte a las 3, comer lo poquito que permitía la resaca, café en el bar a las cuatro, y claro, después un pacharán o un martini para bajar la comida. Merienda con buena magra de la tierra y cena a toda prisa para volver al ataque (a ser posible la tortilla o el filete en bocadillo, no sea que llegue tarde y no me pueda sentar junto a la chica que me gusta).

Allá en los pueblos éramos libres, no había hora, ni día, ni semana. Solo la palabra Septiembre dictaba que la fiesta tocaba a su fin.
Siempre éramos los mismos que dábamos la cara frente al bodeguero y perjurábamos que no, que no había menores en la cuadrilla, que si, que le devolveríamos las botellas vacías, y que por supuesto no armaríamos jaleo. Benditas mentiras. Y al día siguiente todo el pueblo sabía quien festejaba con cual y tal y pascual. Y si no lo sabias no tenias mas que pasar por la carnicería (gaceta de adultos con todo tipo de adornos exagerados y rimbombantes), o el bar a la hora del café (versión juvenil, cruda realidad de amores y desamores y mensajes entre líneas).

Aquellas noches no tenían fin, solo el despuntar del alba nos traía una surrealista dosis de inspiración para componer nuevas versiones, crear monólogos, ralladas grabadas en audio y video, situaciones que daban de reír durante todo un verano.
Han pasado los años, y con ellos las inquietudes, la vida nos va cambiando a todos, entonces envidiábamos las chuletadas de los mayores, ahora les prestamos la parrilla a los pequeños. Entonces temíamos “hacer corto”, ahora intentamos no pasarnos. Pero en el fondo, los que quedamos en pie seguimos siendo los mismos. Antes era en el pueblo, ahora en la ciudad, antes bocadillo, ahora restaurante.

Siguen quedando sonrisas, canciones, historias, incluso parejas, y hasta algún que otro churumbel.
El ciclo de la vida me sugiere que los próximos agostos serán de bodas y bautizos, y entonces tendremos que decirles que no lleguen tarde, que me he enterado en la carnicería de que..., que en el bar me han dicho que bebéis alcohol y bla bla bla

Tuesday, August 15, 2006

SOBRE CASAS Y CASEROS

Hay ciertos aspectos de la búsqueda que pueden facilitar la labor del lechón enormemente. Recomiendo en primer lugar agarrar un mapa de la ciudad y seleccionar uno o dos barrios objetivo, y a partir de ahí hacer uso de la poderosa red de redes. Una vez coleccionadas unas cuantas citas (no desesperarse cuando te dicen aquello de "ya esta alquilado". Como que ya esta alquilado? Pues quita el anuncio HIJADEPUTA !!), cuando el lechón se echa al campo conviene disponer de un medio de transporte adecuado (alquilar un coche, moto o bicicleta merece la pena) que nos permite el desplazamiento rápido entre citas y tropezarnos en el camino con candidaturas espontáneas (osease, anuncios de portal para ampliar la oferta).

Ya desde que se visualiza el anuncio uno debe saber separar trigo y paja. Expresiones (en francés) como “tres jolí”, “sympathique”, “tres calme”, “meublé a l´epoque” son signos inequívocos de que se trata de un habitáculo pequeño, mal distribuido, en un barrio “cementerio-culo-del-mundo” y lleno de cacharros viejos. Un anuncio debe ser breve y conciso, superficie, distribución, equipamiento, suelo, luminosidad, y condiciones de alquiler. Todos los demás adjetivos, por rimbombantes que sean solo aportan una visión subjetiva e irrelevante.

Si el anuncio titula apartamento/estudio amueblado, ni chicha ni limoná, esta diciendo que tiene la cocina minimamente separada por un tabique de corcho para que las sábanas no huelan a fritanga en exceso. Y lo de amueblado... si el precio parece sorprendentemente bajo, los muebles serán con seguridad del año de la polka y con su buena ración de termitas. La ducha tendrá un sospechoso color verdoso y el suelo será de moqueta marrón modelo “película-de-Almodóvar-años-70”.

Cuando en un anuncio la superficie total no encaja con la suma de las superficies de las estancias básicamente vaya preparándose a ponerle puertas o mamparas y separar usted mismo un salón enorme cuya planta retorcida impide instalar casi cualquier modelo de mueble estándar. En realidad, esos 20 metros cuadrados escondidos están ahí, y el anuncio viene a advertirnos de que no hay forma humana de darles un uso “habitable”.

El adjetivo “luminoso” es un arma de doble filo. Si se lee una vez en el texto, probablemente la vivienda tenga unos hermosos ventanales (lo cual no implica que la vista sea agradable), Si el adjetivo se lee tres veces en el mismo anuncio el significado evidente es que el piso es una mierda pinchada en un palo pero eso si, una mierda bien iluminada. Por otra parte, el hecho de que sea ciertamente luminoso, además de darle alegría a la casa implica que te vas a gastar una pasta en cortinas y/o los vecinos van a disfrutar de tu esbelta figura en ropa interior.

Pasando de adjetivos a personas. La siempre controvertida del casero o el agente inmobiliario son una caja de sorpresas, en una de las profesiones en que una primera impresión marca totalmente el resultado de la operación.

Comenzaré por el tipo voluntarioso que sabe que la vivienda en cuestión no vale ni la mitad de lo estipulado pero aún así intenta llevar a cabo su labor dignamente (a ver si traga algún incauto aunque la casa sea una ruina). Estos tipos te describen todos y cada uno de los armarios, esquinas, enchufes, muebles, baldosines, estanterías, percheros y cualquier cosa que según ellos aporta valor añadido a la incolocable vivienda. En la práctica, si el garito no dispusiera de todos esos chismes probablemente no tendría ni certificado de habitabilidad.

Continuaré con el tipo “pasota”. Este adjetivo se dirige a quienes van a enseñarte la casa con una actitud absolutamente dejada, abriéndote la puerta y quedándose de brazos cruzados en silencio, enredando con el móvil y poniendo cara de “arreando que es gerundio”. Supongo que son pasotas porque les ha tocao el marrón de ir a enseñar la casa un dia festivo o porque el candidato a arrendatario no les agrada, o porque simplemente se creen que su choza es la mejor del mundo y no necesitan gastar ni saliva ni calorías en acompañar al visitante.

Para terminar está el tipo marketiniano, ay, como nos gusta esa palabra amigos míos. Estos tipos son capaces de sobreponerse a la adversidad, como por ejemplo de tener que enseñar una casa en plenas obras de renovación llena de polvo y sin terminar. Tienen el convencimiento de que el cliente es más importante que el producto, y desde el momento que te saludan intentan meterse en tus zapatos, en tus neuronas y en tus sentimientos. Poseen los hábitos comerciales mínimos para guiarte por la vivienda sin agobiarte, observar tus reacciones y añadir comentarios que son breves, concisos y acordes a la situación. Saben como ayudarte a visualizar la obra terminada, la escalera limpia, la sartén en el fuego y el ternasco dorándose en el horno (aunque sea dentro de dos meses). Y si aun así el cliente no está convencido saben aceptar la derrota y ponerse a trabajar para adecuar ASAP el producto. Porque si no lo hiciera, sería un BO-NIA-TO.

Monday, August 14, 2006

SCRATCH

La semana pasada me tropecé con una película de esas a priori irrelevantes que acaban sorprendiéndote positivamente. El esquema era algo así como: mujer policia soltera salva de la muerte a hombre en accidente. Hombre pierde a su mujer e hijo en accidente y se encierra en una burbuja, año después hombre salva la vida casualmente a la misma policía y lo demás ya os imagináis. El tipo dice una frase que me gustó porque refleja mis andares actuales. Está en un apartamento vacío rodeado de cajas de la tienda de muebles sueca, empezando a montarlos. Él le dice a ella “let´s start from scratch” y ella contesta: “what is scratch”? y él responde “this is scratch” (refiriéndose a un apartamento vacío, desnudo, que espera ser vestido con muebles y habitantes.

Es un Scratch ilusionante, por primera vez en muchísimo tiempo siento “que el futuro es una acuarela y mi vida un lienzo que colorear” y además, la acuarela la dirijo yo. Tengo el control y me gusta tomar las decisiones sin ataduras, sin condicionantes, estoy volviendo a disfrutar del lienzo, a llenarlo de color.

Pues en eso estoy, después de encontrar trabajo y tomar “la decisión”, tocaba ponerse a patrullar la capital de Europa en busca del apartamento de mis sueños al precio de mi bolsillo... y después de encontrarlo, Scratch.

Andaba yo estos últimos días en la siempre apasionante peripecia de buscar un nuevo hogar, un apartamento con todas las de la ley (incluyendo la del lavabo) en el que descansar mis huesos, agasajar a mis invitados y por qué no, echar raíces. Hacía taaaanto tiempo que no me enfrentaba a la búsqueda de vivienda que todavía estoy sorprendido de la eficacia y el resultado.

Si sabes lo que quieres y lo buscas es probable que lo encuentres. Quería un apartamento renovado, amplio y luminoso, en el que sentirme a gusto y lo he encontrado. En el próximo post describiré la experiencia adquirida en esa búsqueda.

El siguiente paso va inexorablemente guiado hacia la tienda-sueca-para-expatriados, y después me pondré a pensar en los habitantes... parece que el Scratch va tomando forma.

Monday, August 07, 2006

Blog sobre Blogs y bloggers

Hace tiempo que me vengo haciendo la misma pregunta, incluso desde antes de empezar este blog. ¿¿Por qué se escribe un blog?
En los últimos días esa cuestión ha retornado a mis pensamientos al comprobar que soy prácticamente el único lechón que sigue (atrancasybarrancas) aportando nuevos capítulos al añito en el infierno.

Y bien, se observan diversas topologías de bloggero. La más común es aquella de una personita intelectualmente un poco cultivada que se siente la necesidad de compartir sus reflexiones, experiencias, viajes, recetas, rajadas existenciales o cualquier cosa que pudiera o pudiese parecer de interés para su circulo de amigos, familia y especimenes asociados.

No se trata únicamente de un acto de generosidad, en realidad la motivación del bloggero suele ser bastante más mundana, egoísta y básica. Los hay que prefieren poner en un blog lo que de otra forma tendrían que contar en mil emails, o explicar veinte veces a cada uno de sus familiares. También hay quienes utilizan estas páginas como válvula de escape en su rutina diaria, como medio para expresar sus inquietudes, frustraciones, ilusiones, en un medio que les conecta con la aldea global, en la que con suerte hasta hay otras personillas que les comprenden.

Además están los envidiosos, arrivistas, abrazafarolas, correveidiles que un cierto día, después de darse cuenta que todos sus allegados contaban historias maravillosas en una página de internete que todo el mundo leía y comentaba, decidieron hacer lo propio, escribiendo cuatro líneas, metiendo un par de fotos de relleno y poniendo un título más o menos original a la historia.

Una vez diseccionado él por qué del blog en sus orígenes, en estas tediosas tardes de verano me asalta otra pregunta complementaria: ¿Por qué ya nadie escribe / Actualiza / Comenta?
Que los autores “de pata negra” no escriban suele tener que ver con lagunas o hasta océanos creativos. Luego están los lechones semi-curados que simplemente se dejan llevar por la “canicule”, y entre que tienen poco que contar, y en su vida no pasa nada relevante van dejando que al blog le salgan manchas verdes de moho, y a los bloggeros visitantes salpullidos de ira al ver que tiene sus favoritos llenos de blogs desactualizados. Y claro, también están los autores garrafón del todo-a-cien que iniciaron un blog por un simple pique con su amiga MariPuri que escribe tan bien y cuenta con tanta profundidad sus andanzas vitales que claro, yo también podría hacerlo...

Pero bueno, hay un detalle que casi se me escapa, entre tanta ácida critica a la holgazanería que nos invade. Todo bloggero, ya sea “hard-discount”, “marca blanca”, “marca Hacendado” o “ElCorteIngles” necesita sentirse leído, escuchado, atendido, o fustigado por el público. No piensen ustedes que el que escribe anda clamando por un chute de alimenta-ego, no, no es eso. Los que me conocéis sabéis que el General De Gaulle y yo nos entenderíamos bien. Me refiero a que el sentido del blog reside en que uno escribe y muchos leen, algunos reaccionan, otros comentan, dialogan, critican... y se enriquece el resultado.

Sin eso, el blog no tiene sentido. Sería suficiente con escribir estas líneas y dejarlas grabadas como documento Word en mi PC.

Tuesday, August 01, 2006

Aerolínea “de bandera”, llámenme neoliberal

En el último mes, a los más o menos honrados lechones habitantes de la piel de toro, y a las riadas de incautos extranjeros que deciden visitarla en pos de la ansiada paella, siesta, flamenco, toros, vinos, playas, smile you are in Spain y blablabla, les ha tocado en dos ocasiones enfrentarse a las peculiaridades de un mercado laboral asimétrico.

Mejor dicho, a un reducto asimétrico y caduco del mercado laboral que a los mortales que curramos todos los días y mandamos CVs para mejorar nuestra posición, pagar mejor la hipoteca y poder irnos de vacaciones de vez en cuando, no nos hace ninguna gracia.

Desde la atalaya de los que dedicamos nuestros esfuerzos dentro y fuera de la oficina a ofrecer una Imagen-País alegre, emprendedora, moderna, profesional... nos enfurece ver como ciertos colectivos pueden tomar como rehén a un país entero y a uno de sus motores económicos que es el turismo.

Tengo 27 años, y como ya he relatado en otra ocasión, soy un exiliado económico de mi querido país, yo no quise ser mileurista, y eso me lleva a buscarme las lentejas y cocinármelas a 1500km de mi familia, de la que disfruto dos o tres veces al año y siempre a carreras. Donde vivo, igual que en la madre patria, los seres humanos buscan trabajo, lo encuentran, maduran y vuelven a buscar, y en el peor de los casos son despedidos o recolocados por razones ajenas a su voluntad y buen hacer diario. Eso pasa, y aunque nos cueste admitirlo, es necesario que pase para que la economía grande funcione, para que podamos encontrar un empleo mejor y prosperar. La competitividad marca el destino del pequeño engranaje, y el pequeño engranaje debe ser consciente de ello y trabajar por hacer competitivo al mediano engranaje que es su empresa y al gran engranaje que es su país de residencia.

Pues bien, ante esta realidad socioeconómica indiscutible, a la que nos guste o no, nos vemos sometidos la mayoría de los lechones del universo europeo, existe un reducto de paz y felicidad con viajes gratis, 14 pagas, turnos ajustables, prejubilaciones, complementos “de productividad” jajaja, esa es muy buena, y además de todo eso, la prerrogativa de paralizar un país y joderle las vacaciones o los negocios al resto de los lechones ante cualquier intento de racionalizar el funcionamiento de esa empresa.

Resulta que esa empresa, antes llamada aerolínea “de bandera”, ahora es privada, pero lo que ocurre dentro de ella sigue afectando al público más allá de lo que el público elige. A comienzo de mes, los pilotos se plantan porque la empresa decide ajustar su plan de negocio a las demandas del mercado, y eso les puede hacer perder los privilegios feudales de los que disfrutan, y el absoluto control que disponen sobre la compañía. Muy bien, hacen una huelga, que a la empresa le escuece a razón de cinco millones de euros al día, y a los “inocentes” trabajadores de tierra les pone entre la espada y la pared.

A final de mes, el gestor de los aeropuertos adjudica las licencias de servicio en tierra tras un concurso abierto y PUBLICO, con otros competidores. La compañía pierde parte de sus prerrogativas en Barcelona y sus empleados, aunque saben que los nuevos adjudicatarios les ofrecerán el mismo trabajo que realizan actualmente, deciden liarse la manta a la cabeza y echarse a las pistas. Abandonar su puesto de trabajo puede calificarse como ilegal, aparte de desleal, impresentable o inaceptable en el día de comienzo de las vacaciones. Hasta ahí, todo se queda dentro de la empresa. Pero echarse a las pistas y bloquear un aeropuerto de la forma que lo hicieron puede llegar a ser delictivo.

En el aire hay aviones llenos de personitas como ellos esperando para aterrizar, en las pistas y viales Airside hay un reglamento que cumplir, y quien no lo cumple debe ser sancionado. Si se aplica la ley, todos los que caminaban con sus chalecos por las pistas de rodaje y despegue perderán su permiso para trabajar en esa parte del aeropuerto.

La consecuencia de ese abuso brutal del derecho que les confiere tener una acreditación de AENA son miles de viajeros atrapados, cabreados, frustrados e impotentes. A ellos nadie les va a devolver sus horas perdidas, ni sus incomodidades. A mi nadie me va a resarcir por tener que escuchar los comentarios de mis vecinos o amigos sobre lo ridículo e impresentable que es mi “país” en esta situación.

Visto que una vez más, quienes cortan el bacalao en la madre patria van a acabar tragando y aquí paz y después gloria, la única salida validad para el resto de los mortales es dejar de volar con esa compañía. De verdad, hay otras empresas nacionales y extranjeras que ofrecen los mismos servicios con más calidad, rigor, y respeto hacia sus clientes.

Solo sometiendo a esa compañía a la ley del mercado podremos evitar situaciones tan bochornosas como las vividas en los últimos días. El blogger que escribe no ha tocado un avión de la aerolínea “de bandera” en más de un año, y cuando lo ha hecho ha sido por un engañoso código compartido que no hace sino deteriorar el nombre de la otra compañía involucrada que emite el billete.