Un añito en el infierno

Friday, July 06, 2007

Dilema De-Lux

Cielo gris, aqui no llueve, aqui jarrea, aqui no llueven « cats and dogs » como dicen los anglosajones, aqui llueven « cats, dogs, cows, pigs and all the farm together » que digo yo.

Es jueves, se vislumbra el final de la oscura semana laboral. Mi mente está fatigada, mi cuerpo oxidado. Debería irme a casa, la nevera está llena de carne a punto de reverdecer porque no he sido capaz de ponerme a cocinar en cinco días. Los garbanzos hartos de remojarse, el pollo considerando emigrar al sur, las costillas más tiesas que la mojama.

Y entonces llega el email fatídico, la propuesta, el líquido elemento, el lugar, la compañía.

Es lo que tiene esta ciudad, somos tantos que siempre hay alguien con ganas de liarla y liarte (menos liarse contigo aquí conjugamos el verbo liar de todas las formas posibles).

En esas estábamos: sentido común o sentido social? …

Esta mañana he abierto el frigorífico y he notado el aroma del sentido común reprochando al sentido social. El pollo sin cabeza ha dejado de dar botes, el rojo del pimentón en las costillas se ve superado por un sospechoso verde, los garbanzos andan cubiertos de una indefinible espuma, y los champiñones, ay, los champiñones, casi los había olvidado, los champiñones tan a gustito en el fondo del cajón, frescos y secos, venga a reproducirse con todos los hongos de su familia.

Mis lectores, especialmente todos los que algún dia, en esta u otra vida habéis sido habitantes de esta ciudad, habéis adivinado sin dudarlo que el dilema no existía como tal. Solo era un cargo de conciencia con mi nevera.

Cenamos cebada, palomitas, patatas fritas, charlamos, mas cebada, nos mojamos, y retornamos al hogar con la convicción de haber hecho lo incorrecto y no arrepentirme por ello.

Después de todo, estar solo te permite ciertas licencias J