Un añito en el infierno

Friday, July 28, 2006

Si estuviste alli Ponle título

It was only a kiss, por fin me di cuenta, suenan los killers a todo trapo, puertas abiertas, cuatro tíos en bañador bailando alrededor del coche de forma frenética, cual posesos, enganchados a la droga de la vida, gritando bajo la canícula.

Mismo CD, mismos potragonistas, mismo coche, puertas cerradas, velocidad de crucero, en algún lugar de Valonia, ruido ensordecedor, al tercer intento cantamos los cuatro casi a coro, hasta que suena un teléfono.

Una pequeña sala de reuniones, paredes blancas, pizarra blanca, gran ventana acristalada, cuatro personitas intentando dirimir sus diferencias marketininanas, existenciales o filosóficas. Crece la tensión en el ambiente, la PDA cobra vida y... suena Batiatto, el ambiente se relaja, alguien abre una bolsita de jellies.

Dos tiendas de campaña, dos coches, dos chicos, dos chicas, dos Países, una linterna, suena un CD de esos de recopilación con los esenciales más esenciales del pop británico. Tripa llena, sillas de playa, copas de vino en mano, error al tararear la canción, malentendido de consecuencias potencialmente catastróficas, resultado inesperado, aun seguimos riéndonos a carcajadas cuando escuchamos esa canción.

Un bar oscuro, lleno de gente, música internacional, camareros a los que les faltan manos para saciar la sed del ganado limburgués e ibérico. Un DJ “desubicado”, un asesor-abogado-de-mierda, un CD pirata, cambia la melodía, y suena la mayor concentración de groserías jamás concentradas en tres minutos y medio, el publico entregado salta y grita enfervorizado, el bar pierde la mitad de su clientela. No importa, quedamos los mejores, y seguimos riéndonos.

Un sofá, una colcha azul, dos cadáveres, mucha luz, demasiada, domingo, son las cinco de la tarde, resaca emocional de alta densidad, música absolutamente inadecuada a los gustos del publico presente, Suena Julio Iglesias ¿qué importa? Somos libres y un poco excéntricos.

Mismo salón, una ventana abierta, dos gintonics XXL preparados con todo el cariño del mundo y mucho más, botella de Sapphire inerte, música irlandesa, dos días antes de dejar el piso descubrimos lo bien que se está en esa ventana, hablando, escuchando, llorando, mirando al infinito, respirando. Prometo buscar una casa con ventanas así para continuar esas conversaciones.

Continuará...

1 Comments:

Blogger Aída said...

Me gusta tu estilo impresionista. Te mando un beso desde BsAs.

6:54 AM  

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