Un añito en el infierno

Thursday, June 01, 2006

La Decisión


A ver como escribo yo esto sin hacerme la picha un lio. Se que va a sonar a fotocopia del post de una bloggera de BRU que escribe mucho mejor que yo, así que intentaré darle un toque personal aunque nuestras largas historias de fondo tienen una carretada de coincidencias.
Es como una película, o mejor dicho un sueño, en el que avanzas por un camino hasta que llegas a un cruce en forma de T con una flecha indicando el destino que te espera a cada lado. Y aquí me he encontrado yo, viendo que ha llegado el momento de tomar “la decisión”. A la izquierda el cartel indica algo así como “sueños, 9.274km” y a la derecha pone “realidades 1.751km”.

He pasado un fin de semana estupendo, descubriendo que Zaragoza solo esta a una hora y veinticinco minutos de Madrid (y 39€). Normalmente el viajecito a España de cuatro días suele ser tremendamente estresante y agotador, y suelen disfrutarlo todos los que están a mi alrededor menos yo. Pues esta vez ha sido distinto, el jueves saboreé hasta el ultimo grano de la paella que preparó mi señora madre en el campo en honor a dos de sus retoños. La ocasión lo merece cuando nos hemos ido cada uno a una punta del planeta. Entre recado y recado conseguí tomarme un café con casi todos los que me quedan por la capital del Ebro (disculpas a los que no ví), y entre café y café empecé a percibir las primeras señales de que la decisión empezaba a asomar el hocico.
El viernes tuve la extraordinaria alegría de volver a ver a mi abuela, que sigue llevando estupendamente los 96 años y recibiendo el cariño de sus hijos y nietos (cada cual a su manera). Y por la noche... allí nos juntamos los tres mosqueperros y la dartacana a luchar contra el cardenal richelieu encarnado en camareros que no saben lo que es un doble de cerveza en La Latina!!! Dios los cría y ellos se juntan, eso nos pasa a los miembros del recién fundado club “Menos mi madre.com”. Cuando has compartido lo mejor y lo peor con quienes te rodean te sientes a gustito, hay barra libre de humor negro, puñaladas que resbalan y de las que te ríes a carcajadas al día siguiente, pero sobre todo hay cariño. (hago un inciso aclaratorio, lo de “estás fatal Nacho” y que tengo una enfermedad igual es verdad. Y lo hago constar para jachondeo de dos personas que he conocido: el viernes una encantadora chica de Aluche y el sabado la sonrisa más poderosa de Madrid)

Podría seguir relatando el tamaño de las ojeras en la comunión del sábado, o repetir la desafortunada frase del sacerdote “la corto o no la corto” “y ahora la piso”, pero quizás algunos de vosotros os perderíais un poco. Eso si, de repente empezaron a cantar en coro aquello de “Ven con nosotros a caminar...” y “señor, he dejado mi barca” y el “padre nuestro en ti creemos” y todos esos temazos de mi infancia, y me sentí bien. Tranquilos, no es que me haya dado un trombo en la vena católica, simplemente es un ejemplo más del océano de emociones que ha traído este fin de semana.
La del sábado fue maratoniana, comenzó a la una de la tarde con el cocktail en el restaurante y duró hasta las 8 de la mañana del domingo en una cafetería de taxistas en Embajadores. Así que el domingo al fin tuve tiempo para hablar con mis padres y enfrentarme al momento más temido del viaje. Si, si, el famoso “hijo, mejor que en España no vas a estar en ningún sitio”. Como todos sabemos, los niños y los borrachos nunca mienten, y los padres nunca se equivocan. Así que después del placentero chapuzón que me he pegado en la piscina del afecto y el cariño de los que me rodean voy a tener que rendirme ante la evidencia de que en España puedo ser feliz. Vamos, que le he vuelto a coger el gustillo a los pantalones cortos, las mejores cañas del universo, y la agenda inexistente. Y además, si un día quiero ser padrino veo mas posibilidades en Madrid.
Así que ya está, parafraseando literalmente “Decission made, case closed”. Y siguiendo con esta copia de gomaespuma todoacien añadiré que el plazo inicial son cuatro meses, pero soy flexible, la vida va y viene y no se detiene, así que como bien ha indicado alguna persona, es probable que de aquí a septiembre cambie cuatro veces las flechas del cartel del principio.

PS. Recordarme un dia de estos escribir sobre el overbooking

2 Comments:

Blogger furie said...

Dicen que volver a casa es como volver a la infancia, te toca los cojones que que te digan lo que tienes que hacer pero molan los cariños de mamá y la tortilla de la abuela mientras retozas por el cesped al estilo más bribón. Pues eso, hay viajes determinantes para el ánimo de un Xpat y este parece ser el tuyo. De todas formas, mi amor, la determinación a andar el camino puede revelarse como una andanza sin fin en la que al final descubres que estabas andando en círculos. Suerte con tu decisión, con tu empuje de última hora. Y hablamos del gobierno de los sonámbulos cuando vuelvas BRU. Un beso de otra blogger

4:24 AM  
Blogger mostrenca said...

yo también soy de aluche!
Y también vuelvo a mi hogarrrrrrr. Mi madre me cantó ayer por teléfono cuando le dije que iba porque tenía muchas ganas de mimos y tele mi versión no de dartacán sino de gadchet: "Ven aquí p'acá inspector gadchet ven aquí p'acá u-uuuuuuu" que lo cantabamos juntas cuando veiamos los dibus. Una pena que la pobre Jurado no haya aguanto unos días más pa librarme de los especiales Ana Rosa.

5:53 AM  

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