Un añito en el infierno

Wednesday, May 10, 2006

Mi vida en doce cajas. Y la solución habitacional

¿Te has planteado alguna vez cuanto mide/pesa/ocupa tu existencia? No estoy hablando de la escena de pánico contenido cuando te subes a la báscula en pelotas frente al espejo del baño. Me refiero a todo eso que rodea a la persona que se mira en el espejo.

Pues un día de octubre de 2005 lo descubrí, eran doce cajas rectangulares, amablemente cedidas por la frutera de la esquina, y cuidadosamente llenadas por la persona cuya casa y vida iba a dejar atrás. A pesar de que cuando pienso en ella tengo unas sensaciones muy contradictorias, y la herida no ha cicatrizado del todo, en este punto debo reconocer su valor y coraje para empaquetar mi vida y sacarla de la suya, sin hacer ruido y sin discutir, masticando y tragándose los sentimientos y recuerdos que iban dentro de esas cajas.

No te das cuenta de lo que has vivido hasta que tienes que transformarlo en un formato transportable (a ser posible en metros cúbicos para consignar en un contenedor TEU o FEU como haría mi hermano mayor). Pero si es difícil empaquetar, je je, ni la mitad que desempaquetar, porque la existencia de los WillyFogs nos condena a instalarnos casi siempre en una “solución habitacional” más pequeña y más cara que la anterior (efectos perniciosos de la inflación quizás).

No creo que haga falta relatar la dificultad de llegar a otra ciudad, otro país, otro planeta, y empezar de cero; más bien prefiero centrarme en lo de abrir las cajas, que en este caso era como si estuvieran más cargadas de radioactividad que Chernobyl... Para eso están los amigos, uno en especial gastó un día de sus vacaciones en venir a La Haya y apartarme de las cajitas cada vez que se me enrojecía la mirada y comenzaba el torrente lacrimal. Y los demás se fueron dejando caer por aquí, cada uno abriendo las cajas de mi vida a su manera, dejando que saliera de ellas todo el polvo acumulado y animándome a llenarlas con nuevas experiencias.

Pero claro, entrando en la vulgaridad física y dejando los sentimientos de lado, en doce cajas no caben mas que ropa, papeles, y recuerdos. ¿donde metemos el sofá? ¿y ahora donde coloco el PC? Con esta barba de taliban no me puedo presentar el primer día en el nuevo trabajo, voy a afeitarme... ¿donde coño esta el lavabo en esta “solución habitacional”? ¿Y el espejo?

Respuestas varias:
- el sofá subió por la escalera, no sin antes tener que convencer a mi casera de que un piso amueblado no implica que el inquilino no pueda meter sus muebles.
- El PC en el suelo no parecía muy cómodo para pasar las tardes de Commandos, necesitaba un mueble bonito y barato... ya sabéis por donde voy, eh!
- Si la solución habitacional tuviera lavabo adquiriría la categoría de “vivienda”. En mi precipitado aterrizaje en La Haya no me di cuenta de la falta del dichoso elemento de porcelana, ni del espejo que suele tener enfrente. Así que asumo que tengo un fregadero multiusos, razón de más para mantenerlo despejado. Y lo del espejo...

Efectivamente, agarré una bicicleta prestada y como un machote recorrí 10km hasta la famosa tienda sueca de los expatriados, criaturitas infernales suplicando ser atropelladas por tu carro, y visitas que vienen de lejos y se hacen amigos para toda la vida (esta campaña publicitaria no la han podido emplear en Países Bajos porque la amabilidad con el cliente brilla por su ausencia). Compré el espejito mágico y otras ocho o diez chorradas de cocina que en realidad no necesitas pero te hacen sentir mejor y en un momento dado hasta empiezas a utilizarlas. Lo que en marketing se conoce como despertar la necesidad latente y convertirla en patente.

Y a partir de aquí empieza de verdad el blog, ahora que ya tengo utensilios de cocina, quizás empiece a desvelar secretos de la mía...

2 Comments:

Blogger Acidvent said...

Como he dicho al final, el tema se torna la cocina, asi que me rebozo en el barro dispuesto a saltar a la sarter, dorarme y ser engullido como buen Nacho que soy.

Hace 11 años... en la capital del ebro y del reino, frotandome los ojos, secandome las lagrimas de felicidad, agitando mi bufanda y perjudicando mi garganta entre gritos y cervezas. REAL ZARAGOZA, 11 años despues

4:38 AM  
Blogger mostrenca said...

Oye, seguro que lo has superado? Por que van tres posts y los tres tocan el temita. Yo se que es duro (que me lo digan a mí, que me tiré muuuuuuuchos meses añorando a mi pan brasi), pero...
Y a Sciarra: te voy a denunciar por discriminación sexual, a mí no me ha caido ni un comment y a rasmy y a viento acido nada más inaugurar les honras con tu letrado estilo. Y te aviso que tengo las de ganar, sobre todo si me toca jueza en vez de juez.

6:39 AM  

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