Un añito en el infierno

Tuesday, June 13, 2006

El amor o ponerle puertas al campo

Recapitulando definiciones audaces del peor veneno sobre la faz de la tierra, la droga mas consumida, esa que te puede llevar del cielo al infierno y del infierno a escuchar a Julio Iglesias en pijama un domingo a las cinco de la tarde mientras desayunas pacharán.
Un niño rubito, simpático y espabilao, de esos encantadores que todos querríamos tener por hijo describía sus síntomas como: "hablar, sonreir y darse besitos". Si me doy una vuelta por el diccionario encuentro algo asin "Conjunto de sentimientos que ligan una persona a otra, o bien a las cosas, ideas, etc.", osease, basura de literatos que no han salido de su despacho de la academia en los 84 años de su vida.
Poniéndome forense lo describiría como ese agujero en el estómago que te impide comer, hablar, sonreír o articular palabra ante la contraparte. Sobre el tamaño del agujero y la forma podéis orientaros viendo Terminator 2, es como cuando le disparan al T1000 con el trabuco y le hacen transparente a la altura del estomago, aunque claro, el mercurio se recompone en cuestión de segundos y sigue corriendo y dando mal
(que para eso es el malo). La única diferencia es que yo no soy de mercurio.
Los científicos dicen que usamos menos del 10% de nuestro cerebro. Yo discrepo, creo que es el corazón lo que solo usamos en ese porcentaje.
Cuando un lechón ibérico dice “yo no me quiero enamorar” tiene tanta credibilidad como cuando dice un sábado a las cuatro de la mañana “yo no estoy borracho”, y es que “la melancolía es un licor muy caro, y sin darte cuenta ya te he emborrachado”.
La naturaleza humana hace que el dichoso elixir escape a nuestro conocimiento y control. Si te toca beber del licor amargo te dices aquello de “nunca más”. Te pones borde y te cierras al mundo, pensando que cada persona del sexo opuesto es potencialmente una dosis del veneno así que la mejor defensa es un buen ataque, esto es, “centremos todo contacto en el sexo y así esquivamos el amor”. Pues NO, no va a funcionar, porque los lazos afectivos, el flechazo, el subidón llega por casualidad, cuando menos te lo esperas y por la espalda.
Así que quitaos la armadura, y dejar que pase lo que tenga que pasar, porque al amor, como al campo, no se le pueden poner puertas.

(Nota aclaratoria para la gente de AERNI y menosmimadre.con , este post va sobre amor, el tema matrimonios, sabotajes, hipotecas, divorcios lo trataré en otra ocasión)

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