BIEN, pero podría ser mejor

Y es que no es fácil producir posts así todos los días, porque la inspiración viene y se va, y los días vienen y van y desapareeeeecen. O algo asi cantaba Abba.

Todavía le doy vueltas a lo que puede cambiar la vida una llamada telefónica, o un email, o una carta. Para bien o para mal. Ahora me acuerdo del piriodisto, que hoy anda requetepringao con la cumbre europea (eternal agreement to disagree) y un poco asin por una de esas noticias que te dejan frío y te hacen sentir frío por haberte sentido frío con otras cosas muy menores.

A mi me ha cambiado para bien, fue una llamada que yo pensaba era un error, pero no, me invitan a una convención con gente muy importante de mi empresa, y la verdad, me entró un poco de pánico al ver quien convoca y firma la invitación. Así que con toda cautela, entré en el despacho del jefe y se la enseñé. Y sin ninguna cautela me dio la enhorabuena y me dijo que se alegraba por mi y que me preparara para hacer política de pasillo.

Asi que allá vamos, me he pasado medio día buscando avión y hotel con menos de una semana de antelación y poco mas o menos que voy a ir a la madre patria haciendo tirabuzones por Paris y Lyon, dos hoteles distintos y un huevaco de pasta a facturar.

Me encuentro en la inaudita situación de que me estresa tanto viaje a la madre patria. Sin comerlo ni beberlo, bueno si, comerlo y beberlo es este finde, los próximos tres fines de semana me toca volar a Iberia pero nunca con Iberia. Mañana a Salamanca a comer un corderito (nunca será lo mismo que un ternasco de Aragón o el ternasco de damasco pero seguro que esta rico). La semana que viene al HQ a “hacer política”, y la siguiente un puente largo para ver el Ebro de nuevo, respirar mi cierzo y coger en brazos a una criaturita que tengo “muchismas” (si, en mañolanguage se escribe asin) ganas de conocer.

Si, me quejo de vicio, lo se. Años atrás rajaba porque mis medios no me daban mas que para pisar mi tierra dos veces al año, y ahora ando pecando de exceso.

El dia lo he rematado enviando una solicitud de empleo para un puesto que NO quiero que me den. Miento, quiero el puesto, el pastón que pagan, pero el lugar de trabajo y la ciudad me traen ciertos sinsabores.(teoria socio-psico-laboral dice que si no quieres u curro te lo dan fijo). Pero bueno, solicitud toston-donde-las-haya, nunca mejor dicho, con muuuuchos documentos, rallada de motivación y copias pa tós, y todo ello tratando de permanecer en el economato en medio de la oficina.

Me quejo de vicio. Pero sin o me quejara no sería yo.